El sensor tiene 2 mm de largo y 10 mm de ancho, lo que lo hace adecuado para los métodos modernos de envasado de alimentos.
Para muchos de nosotros, la comida es mucho más que una simple necesidad de supervivencia. Solo un bocado de buena comida puede ayudar a levantar el ánimo y, a veces, aliviar el estrés. Es por eso que siempre almacenamos ciertos alimentos para disfrutar en cualquier momento. Pero lo único que nos impide acumular demasiados alimentos comestibles es que son perecederos. Los alimentos como el queso, la carne y los huevos a menudo tienen una vida útil más corta y se echan a perder. Comer alimentos en mal estado puede ser perjudicial para la salud y crear ciertos riesgos. Pero no tienes de qué preocuparte, ya que hay una forma de saber si tu manzana está fresca y si puedes hacer una tortilla con huevos comprados hace una semana. No, no se trata de la fecha de caducidad en el paquete, sino que los científicos han desarrollado un sensor que puede determinar si su comida se ha echado a perder o no.
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Un estudiante indio de la Universidad Metodista del Sur en Texas, EE. UU., ha creado un sensor flexible que mide el pH de los alimentos para determinar su frescura. Según Hengdauliu Chawang, originario de Nagaland, los sensores de pH funcionan de manera similar a los pequeños dispositivos RFID inalámbricos que se usan en las etiquetas de equipaje.
“Cada vez que un paquete de alimentos con nuestro dispositivo pasa por un punto de control de seguridad, como centros logísticos de transporte, puertos, puertas o entradas a supermercados, se pueden escanear y los datos se pueden enviar de vuelta a un servidor que monitorea su nivel de pH”. dijo el Ph.D. alumno.
El sensor mide 2 milímetros de largo y 10 milímetros de ancho, lo que lo hace adecuado para los métodos modernos de envasado de alimentos.
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Hengdauliu Chawang explicó que la frescura de los alimentos está relacionada con su nivel de pH. Los alimentos que tienen un pH más alto que el rango normal tienden a echarse a perder. Esto se debe a las bacterias y hongos en tales ambientes. El sensor detecta la concentración de iones de hidrógeno en los alimentos para medir el nivel de pH.
El sensor Chawang ha demostrado ser efectivo para detectar la frescura de alimentos como miel, frutas, pescado y leche.
Recientemente, investigadores de la Universidad Nacional de Busan también han desarrollado un dispositivo similar para probar la idoneidad de los alimentos para el consumo. El dispositivo es un sensor molecular portátil que detecta la presencia de aminas biogénicas (BA) en productos alimenticios. Los BA son varios compuestos de nitrógeno de bajo peso molecular que se liberan cuando los alimentos como la carne, el queso y el pescado comienzan a descomponerse.